El autor de "Las Venas Abiertas de América Latina", irrumpe en esta ocasión con un libro a primera vista sencillo, de fácil lectura y novedoso, pero intentaré mostrar en esta reseña, que aquello que al lector que ojea este libro de pie en su librería preferida le parece un conjunto de misceláneas y datos curiosos, es en realidad un profundo esfuerzo de mostrar hechos históricos de toda índole, desde una postura narrativa del tipo crónica, de manera en que el lector resignifique cada contingencia, un tanto acompañando la reflexión del autor, y otro tanto, y al mejor estilo Galeano, obligándose a reflexionar y trascender la dinámica superficial de incorporar información sin digerirla, o mejor, sin dejar que la obra lo interpele, le asalte el pensamiento, con una palabra, con una frase, o simplemente con un diálogo tirado al azar terminado en puntos suspensivos.
"los hijos de los dias" es un libro que está pensado estructuralmente para presentar hechos históricos, que oscilan entre la actualidad y la antiguedad llamada anterior a cristo, de acuerdo al dia del año en que sucedió. Divido en los 12 meses y cada uno de éstos en sus correspondientes días, encontramos que cada página narra un suceso acompañado de una reflexión en muchos casos, y en otros, sólo diálogos en donde los interlocutores nos dejan pensando sobre lo que se ha dicho.
Un hecho curioso de la vida de un escritor, músico o político; verdades populares tomadas como axiomas que no lo son tanto; leyes absurdas inventadas en algún rincón del planeta; costumbres lejanas de tierras exóticas; crónicas periódisticas que resonaron y se olvidaron; personajes míticos y también comunes; grandes fechas de la historia desde la óptica de una hecho minúsculo dentro de éstas; injusticias consumadas que hoy en día serían repudiadas; acontecimientos desconocidos de personas mas desconocidas aún. Ejemplos de temas que toca el libro en cada una de sus páginas (días), la variedad es llamativa, y aunque alguien al leerlo me diga "son datos que se pueden encontrar en wikipedia", hay que tener cuidado de creer, que porque el acceso a la información hoy en día sea tan fácil, mostrar datos, fechas y acontecimientos persiguiendo un objetivo concreto, lo sea.
En este sentido, Eduardo Galeano no se conforma con informar, busca trasponer la narración ceremonial y legitimadora que nos limitan desde que estudiamos manuales clásico en la escuela, para mostrarnos otro costado de lo que se cuenta, no es lo mismo desde su óptica, por ejemplo, el descubrimiento de America contado desde la historia europea, que los descubrimientos que hicieron los pueblos originarios del continente, al encontrarse con los conquistadores del nuevo mundo, y como nadie lo preguntó, Galeano ensaya con su imaginación, cuales pueden haber sido: "En 1492 los nativos descubrieron que eran indios, descubrieron que vivían en America, descubrieron que estaban desnudos, describieron que existía el pecado, descubrieron que debìan obediencia a un rey y una reina de otro mundo y a un dios de otro cielo..." (12 de octubre, página 324)
Quisiera agregar que descubrí, al leer este libro, que no se puede hacer de corrido, que la dinámica misma que encontramos ante cada hecho, nos obliga ingresar dentro nuestro y contestar que es lo que nos despierta, que nos hace pensar, que estructuras propias interpela, y porque no, que cosas no queremos ver, porque el lenguaje conque está escrito, de a ratos, se deja de indirectas y nos asalta crudo y sin censura.
Hay narraciones que nos dejan mirando el libro, sin animarnos a pasar la página, buscando entender y en mi caso hasta profundamente emocionado.
Por último comparto con el lector de esta reseña un hecho de esos que hablé mas arriba. Tuve que cerrar el libro, respirar profundo y continuar cuando pasara la emoción, el hombre de letras que lea ésto que sigue, quizás se solidarice un poco con éste sensiblero y me comprenda.
Septiembre 8
Día de la alfabetización
"Sergipe, nordeste de Brasil: Paulo Freire inicia una nueva jornada de trabajo con un grupo de campesinos muy pobres, que se están alfabetizando.
-¿Cómo estas Joao?
Joao calla. estruja su Sombrero. Largo silencio, y por fin dice:
-No pude dormir. Toda la noche sin pegar los ojos.
Mas palabras no salen de su boca, hasta que murmura:
-Ayer yo escribí mi nombre por primera vez.
(pag. 288)
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